Extracto del libro «Árboles y Faros: Diez destellos para vivir en pareja»
«A través de mi experiencia personal y formación profesional he aprendido muchas cosas sobre las relaciones de pareja. Ya te he hablado de algunas y he dejado para el final la recomendación que da sentido a este libro.
He tenido que vivir dos importantes rupturas para aprender, por un lado, que determinados problemas de pareja no se solucionan dejándolos a un lado, confiando en que el tiempo sí lo hará y, por otro lado, que pedir ayuda a profesionales expertos puede ser una de las mejores decisiones e inversiones de tu vida.
Este mismo consejo lo encontrarás en muchos lugares especializados. Y aunque pueda parecerlo, no es una recomendación interesada, sino una realidad que lamentablemente muchas personas descubren bastante tarde y después de bastante sufrimiento.
Las relaciones de pareja son muy complejas y requiere tener muy afinadas una serie de habilidades que no te suelen enseñar. La mayoría aprendemos de lo que vemos en nuestro entorno, en especial de la relación de nuestros padres y de lo que vivimos en nuestra propia relación. Somos autodidactas.
Toda nuestra cultura y sociedad te orienta a que debes tener una pareja como fórmula ideal para el amor y la felicidad, pero no te preparan ni educan para ello.
Cuando finalmente la encuentras descubres que la “película” no es como te la contaron, te surgen problemas que no sabes cómo resolver, te ves superado por los retos que conlleva y confuso sobre para qué, por qué y cómo vivir en pareja.
Precisamente, por nuestra educación nos ocurre lo que nos ocurre. Nos educan en que los “trapos sucios se quedan en casa”, “yo me lo guiso y yo me lo como”, “quién mejor que yo, sabe lo que me interesa, cómo conseguirlo y cómo resolver los problemas que me surjan”, “los niños no lloran y saben resolver sus asuntos”, “las niñas si lloran y su príncipe azul les resuelven sus asuntos”, “fueron felices y comieron perdices”, etc…
Todos vemos como normal llevar el coche al mecánico cuando se avería, llamar al técnico cuando se estropea un electrodoméstico, ir al médico cuando estamos enfermos o al veterinario cuando enferma nuestra mascota. Sin embargo, cuando es nuestra relación de pareja la que está averiada o enferma no buscamos al profesional que nos ayude, a pesar de estar en juego nuestra felicidad, la felicidad de la persona que amamos y la felicidad de nuestros propios hijos.
Me alegro y te agradezco que estés leyendo ahora esto, porque sé que tienes una nueva oportunidad para reflexionar sobre lo que te digo. Te invito a revisar tu relación, tu grado de felicidad, satisfacción, sufrimiento o frustración, a sopesar los problemas que atraviesas, en especial los que hace tiempo hayas podido dejar a un lado, a ser honesto con tus sentimientos y necesidades, a ser valiente y buscar ayuda.
Por si aún no lo tienes claro, te voy a dar un dato muy revelador. Solo el 1% de las parejas que se divorciaron buscaron ayuda. ¿Entiendes lo que significa?
Si ya lo tienes claro y has decidido buscar ayuda, te felicito. Supone un auténtico gesto de inteligencia y humildad que te honra. Yo no busué ayuda en su momento, pero tampoco tuve la suerte como tú de leer un libro como éste.
Cuando te pongas manos a la obra mi primera recomendación es que elijas bien. No te decantes por el primer profesional que te reco¬mienden o encuentres por Internet. Infórmate bien y sobre todo mantén una entrevista personal previa, para que puedas comprobar que es la persona adecuada y que mejor se adapta a vuestras necesidades.
Mi siguiente recomendación es que busques a un profesional que te ofrezca un servicio previo de orientación donde, en un entorno propicio para el diálogo, os informe sobre las distintas alternativas que tiene una pareja en crisis y os ayude a elegir la que más os convenga. Muy a menudo, por no hacer este trabajo, se producen divorcios precipitados o se hacen terapias a parejas muertas.
Consciente de la complejidad e importancia de este tema y convencido de las consecuencias positivas que tiene pedir ayuda, decidí fundar DÚO (Centro especializado en relaciones de pareja www.depareja.es) y escribir este libro, que espero te proporcione la sabiduría de los árboles y la luz de los faros para ayudarte a vivir en pareja.»