LLEGAR A UN ACUERDO Y, MEJOR AÚN, A UN BUEN ACUERDO
Eso sí, tan importante es llegar a un acuerdo, como que este sea un buen acuerdo. Es decir, que sea un acuerdo realista, eficaz, válido y duradero y, por supuesto, se haya tenido en cuenta de forma preferente el interés del menor, si lo hubiere.