Un clásico dentro de los problemas de pareja son los relacionados con la familia política.
Generalmente, en terapia ayudamos a poner orden en este tema llegando a acuerdos sobre distintos aspectos como: prioridad de la familia nuclear formada por la pareja y sus hijos, posible vinculación especial con alguna de las familias políticas por cuestiones prácticas, tiempo personal para que cada uno pueda atender y cuidar a su propia familia de origen, etc…
Muchos problemas tienen un trasfondo familiar profundo y complejo (vínculos familiares disfuncionales, injerencias excesivas, etc…) que requieren un trabajo terapéutico más delicado.
Sea como fuere, cuando comenzamos a tratar estos temas en terapia solemos sugerir a nuestros clientes que comiencen hablando de su propia familia, con honestidad, sinceridad y objetividad.
Esto es algo que sorprende, porque vienen con ganas de hablar de su familia política. Sin embargo, hacer esto ayuda a reducir la conflictividad y poner el foco en uno mismo y en su entorno familiar, lo cual aporta nuevas, gratas e interesantes sorpresas para todos.