En DÚO he reunido a grandes profesionales y buenas personas que apuestan por otra manera de afrontar los problemas de pareja
Cuando unos padres se separan su principal tarea es proteger el bienestar físico y emocional de sus hijos. Para ello es imprescindible que sean capaces de dejar a un lado sus diferencias y dar preferencia al diálogo y la comprensión para llegar a puntos de entendimiento y acuerdos.
Y decimos que es doblemente valiosa, porque nos llena de satisfacción que clientes que resolvieron sus conflictos en su día con la mediación, tiempo después vuelvan a requerir nuestros servicios para atender nuevos conflictos que les han surgido.
Por tanto, si no quieres que la ola te coja o, mejor, quieres disfrutar de la playa este verano con tu pareja, revisa tu relación y si ves que necesitas ayuda, llámanos.
“La pareja son dos árboles que crecen juntos, con profundas raíces y entrelazadas copas. Aquí hay dos copas, dos troncos, pero no dos raíces. No vemos dos árboles, no vemos una pareja, porque uno está muerto en vida”
Para compensar este desequilibrio transmitimos a nuestros clientes la siguiente regla de oro: “No se trata de pensar, se trata de sentir”. O dicho de otro modo “Si no se siente, no tiene sentido”.
Eso sí, tan importante es llegar a un acuerdo, como que este sea un buen acuerdo. Es decir, que sea un acuerdo realista, eficaz, válido y duradero y, por supuesto, se haya tenido en cuenta de forma preferente el interés del menor, si lo hubiere.
En Dúo conocemos muchas historias de parejas que se han sentado en esta mesa en mediación y lo han conseguido.
En la terapia de pareja DÚO la sensibilidad y la intuición tienen un protagonismo muy especial.
Como también nos enseña la vida y la madurez, diferenciar entre cambio y aceptación es una cuestión de sabio equilibrio.
El mindfulness o la atención plena es la habilidad básica sobre la que se sustenta y se construye cualquier transformación personal o de la pareja.