Maravilloso libro que acabo de leer de Sergio Sinay, que recupera el término “tiempos líquidos” acuñado por el filósofo Zygmunt Bauman.
Vivimos en “tiempos líquidos”, en una sociedad donde se venera la nuevo, la velocidad, la impaciencia, lo superficial, la búsqueda insaciable de experiencias, etc…. Una sociedad donde reina el consumismo, la tecnología digital y la obsolescencia programada. Y por supuesto, todo ello está afectando a las relaciones de pareja.
En este tipo de sociedad las relaciones duraderas tienen mala prensa, bien porque el enamoramiento es lo que más interesa y vende, o bien, porque las relacionamos parejas insatisfechas, aburridas y acomodadas.
Yo elijo el “amor sólido”, el amar profundamente, con paciencia, dedicación y perseverancia. Atento a los pequeños detalles, cuidando cada día a mi pareja, aprendiendo a cada momento, viviendo las rutinas. Puede ser éste uno de los mayores retos de cualquier ser humano. Y esto, entre otros ingredientes, necesita tiempo.
Para terminar, comparto esta reflexión que aparece en el libro referida a una pareja con más de 80 años de convivencia (Florence y Percy Arrowsmith). Su secreto: “Nunca nos vamos a la cama enfadados el uno con el otro”. Parece fácil, pruébalo.