Lamentablemente, tomar la decisión de hacer terapia de pareja se suele posponer más de la cuenta.
Sin embargo, quienes deciden dar el paso suelen percibir mejoras en, relativamente, poco tiempo.
No obstante, el momento decisivo llega cuando se consigue identificar y comprender la parte que cada uno es responsable de la crisis de pareja que están viviendo.
Llegado este momento ya no se puede culpabilizar al otro ni mirar para otro lado. Solo resta tomar consciencia del valor de la relación que está en juego y coger fuerzas suficientes para dar un “paso extra” o, dicho de otro modo, dar lo mejor de uno mismo y se capaz de transformar aquello que no hemos querido o podido hacer durante años.