¡Pues claro! Todas las personas son únicas, diversas y complejas y cuando dos de ellas deciden vivir en pareja, en determinadas cuestiones serán muy parecidas y complementarias y, en otras serán completamente distintas y aparentemente incompatibles.
Curiosamente en la fase inicial de enamoramientos solemos fijarnos en las primeras y en la etapa posterior de la convivencia suelen aparecer las segundas.
La clave está en saber cómo armonizar estas diferencias.
Por un lado, normalizándolas y asumiendo que son inevitables dada la naturaleza humana y, por otro lado, encontrando puntos de encuentro y entendimiento, donde ambas sientan validadas sus necesidades y sentimientos, a través de una buena comunicación y nivel de creatividad.
Muchas parejas fracasan por no saber afrontar estas diferencias y muchas parejas triunfan por haber buscado ayuda profesional para afrontarlas.