Si, rotundamente sí.
Aunque no me estoy refiriendo a la física, sino a la muerte de una relación de pareja. Pues algunas estadísticas dicen que, en dureza y sufrimiento, después del duelo por el fallecimiento de un familiar directo, en segundo lugar, estaría el duelo por una separación.
Sin embargo, si somos capaces de afrontar con madurez este duelo y de transformar esta crisis en una oportunidad de crecimiento personal, te puedo asegurar que hay vida después de la muerte. Y mas aún, una buena vida.
Por tanto, para aquellas personas que estáis viviendo o podáis vivir una ruptura de pareja, no perdáis la “fe”. Al menos, mantened la suficiente para pedir ayuda a profesionales que creen y hacen posible este tipo de “milagros”.